Por Maresia Nefer, coach astral cuántica
No es una metáfora. No es poesía barata. Es física cuántica, es vibración, es legado emocional.
Y sí, soy escorpiana… y este tema me atraviesa. Te invito a abrir la puerta a una verdad tan antigua como revolucionaria: cuando morimos, no desaparecemos. Nos transformamos en una canción.
Somos vibración: ni más, ni menos ✨
No es solo un dicho esotérico. Es ciencia.
Einstein lo dijo claro: energía y materia son lo mismo. Y si todo en el universo vibra, entonces lo que somos, lo que pensamos, lo que sentimos… deja una huella energética.
Esa huella no muere. No se borra.
Se imprime en el campo cuántico, en eso que los antiguos llamaban la Akasha. Tu vida entera vibra en ondas. Y las ondas, aunque se apaguen, siguen existiendo.
La muerte como iniciación
En las escuelas de misterio, la muerte no es el fin.
Es un pasaje. Una transformación. Una iniciación.
Y como toda iniciación, lo que la hace poderosa es la conciencia con la que la atravesás. Porque si no sos consciente, no imprimís. No dejás huella. Y el universo odia los vacíos: los va a llenar con nuevas experiencias hasta que despiertes.
¿Por qué una canción? 🎶
Porque una canción es matemática y emoción a la vez.
Una partitura ordena notas, tiempos, silencios. Pero la música no es la partitura: es lo que sentimos al escucharla. Y eso somos:
una vibración que deja marca por lo que hicimos sentir.
Tu vida no es una sucesión de hechos.
Es una sinfonía emocional.
Y cuando te vas, lo que queda no es tu currículum, tus logros, ni siquiera tus errores. Lo que queda… es la emoción que generaste.
Eso es lo que los otros recuerdan. Eso es lo que sigue sonando.
El salto cuántico de la conciencia
Cuando vibramos tanto que ya no entramos en el “molde” actual, sucede el salto cuántico.
Como una nota que ya no cabe en su clave, y necesita pasar a otra frecuencia para seguir existiendo.
Ahí está la muerte. No como castigo, sino como expansión. Como el pasaje de una canción a otra.
No somos buscadores. Somos FRAE.
No estás incompleto. No necesitás llenarte de cosas.
Sos FRAE: Frecuencia del Alma Encarnada.
Ese es mi método. Esa es mi lectura. Porque tu carta natal no es una hoja con signos… es la canción que tu alma vino a cantar en esta vida.
Y vos decidís cómo interpretarla.
Porque no sos víctima del guión: sos el compositor.
¿Y entonces… qué dejamos cuando partimos?
Una vibración. Un eco. Una canción.
Y esa canción no se toca con notas, sino con actos. Con presencia. Con amor.
No te recordarán por lo que hiciste.
Te recordarán por cómo los hiciste sentir.
Mirá el video completo acá:
No, no te vas. Te convertís en canción. En esa vibración que se cuela cuando alguien te nombra. En la lágrima que cae al recordar. En la sonrisa que dejaste impresa. Porque vivir no era solo respirar… era hacer vibrar al universo con tu frecuencia única.
🎵 ¿Qué canción estás escribiendo con tu vida?
Elegí cada nota con conciencia.
Elegí sentir.
Elegí vibrar.
Y cuando llegue el momento…
que se escuche fuerte:
tu canción va a seguir sonando.
Siempre,
Mare.
PD:🔮 Si este mensaje resonó con vos, te invito a explorar el universo de herramientas espirituales que creé para vos.
En www.maresianefer.com vas a encontrar formaciones, recursos gratuitos, comunidades sagradas y propuestas vivenciales para acompañarte en tu evolución.
Porque no viniste a sobrevivir…
Viniste a vibrar alto,
a cantar tu canción,
y a dejar huella.
0 Comentarios