Por Maresia Nefer, coach astral cuántica
Bienvenidos mis amantes estelares, mi tribu de gente rara. Este no es un artículo más, porque no estamos viviendo un momento más. Estamos atravesando el cierre de una era. Y no, no desde una mirada dramática, sino desde una visión simbólica y transformadora.
El reciente fallecimiento del Papa Francisco marca un antes y un después en la historia espiritual y simbólica de la humanidad. No por el hombre, sino por lo que su figura representa. Porque cuando un símbolo se transforma, se transforma también la conciencia colectiva.
Una señal del Apocalipsis (sin miedo)
La palabra “Apocalipsis” muchas veces se interpreta con temor, pero en su raíz más pura significa revelación. Y eso es lo que estamos viviendo: una gran revelación. Un fin de los tiempos entendido como el cierre de un paradigma y el inicio de otro. Una humanidad que deja atrás la verticalidad para abrazar la horizontalidad. Una espiritualidad que deja de ser jerárquica para hacerse carne en cada persona.
Francisco pidió: Recen por mí. Una frase que, lejos de sonar simple, anuló simbólicamente la jerarquía eclesiástica. Se puso a la par del pueblo, dejando en claro que el poder ya no radica en un representante divino, sino en cada uno de nosotros.
El Papa que se despojó de todo
No será enterrado como los demás papas. Rechazó los símbolos del poder: el orbe, el anillo papal, el lugar reservado en el Vaticano. Eligió descansar en Santa María la Mayor, templo de la Virgen, símbolo de la energía femenina y la contención. Reivindicación de lo humano, de lo materno, de lo horizontal.
Vivimos la muerte de un símbolo en Pascua, el momento más alto del calendario cristiano. ¿Casualidad? No. La astrología no predice eventos, los decodifica. En ese instante, la Luna hacía conjunción con Plutón: el pueblo (Luna) enfrentándose a la transformación (Plutón). El cambio de era había comenzado.
Astrología cuántica: de lo global a lo personal
Desde la astrología cuántica, no somos víctimas de los hechos. Los hechos no nos determinan. Somos creadores de realidad. Esta muerte nos convoca a dejar de esperar salvadores. El Salvador simbólicamente murió. Es hora de salvarnos nosotros.
Urano sobre el ascendente marcó un cambio brutal en la percepción de la humanidad. Neptuno ingresando a Aries pide liderazgo interior, autenticidad, conexión directa con nuestra espiritualidad sin intermediarios. Saturno en Piscis nos exige coherencia entre fe y acción.
Religión, espiritualidad y nuevos liderazgos
Francisco fue el primer Papa jesuita, el primer latinoamericano, el número 266. Dejó preparado un cónclave con mayoría no europea, abriendo la puerta a un cambio de balance geopolítico y simbólico dentro de la Iglesia. Ya no hay líderes indiscutidos. Hay humanidad autogestionada.
El fin de los tiempos no significa destrucción. Significa transformación. Significa que aquello que ya no vibra con el presente, cae. Y esto abarca religiones, trabajos, vínculos, estructuras. Si tus decisiones están basadas en una visión del mundo que ya no existe, van al fracaso.
Numerología, eclipses y sincronías poderosas
Francisco asumió el 13/3/2013. El número 13: transformación. El 21 de abril, día de su muerte, es la fundación de Roma. El cierre de un ciclo. La última temporada de eclipses termina con una luna nueva en Tauro, signo del cuerpo, la materia, la estabilidad. El símbolo es claro: una nueva forma de vivir se abre ante nosotros.
El 7, número presente en su edad, su muerte, su camino jupiteriano, marca el final de un ciclo espiritual. Y así como el arcano 13 en el tarot no lleva nombre, tampoco lo lleva este nuevo tiempo. Somos nosotros quienes debemos nombrarlo.
El mensaje: hacete cargo
El gran mensaje que deja este momento es: el poder está en vos. Ya no hay excusas. Ya no hay culpables externos. Ni instituciones, ni gobiernos, ni jerarquías. Si el mundo cambia, cambia con vos o sin vos. ¿Querés ser protagonista? Entonces dejá de sobrevivir para el fin de semana. Dejá de negociar tu tiempo por seguridad. Conocete, formate, empoderate.
Este es el salto cuántico. No por moda, sino porque ya tenés la experiencia suficiente para vivir diferente. El mundo no necesita más creyentes pasivos. Necesita creadores despiertos.
Para cerrar…
Gracias por haber llegado hasta aquí. Esta nota no pretende convencerte de nada, solo recordarte quién sos. Un alma libre en tiempos de transformación. El Apocalipsis es ahora. Pero no es destrucción. Es revelación. Es la oportunidad de crear la humanidad que merecemos. Desde la conciencia. Desde el amor propio. Desde el poder interno.
Nos vemos en el próximo directo y ojalá también en la feria del libro. Porque sí, seguimos compartiendo. Porque ser rebeldes en tiempos de cambio… es un acto de amor.
Besito y no a la bolsa,
Maresia Nefer
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